El Prefecto Adjunto sonrió al divisar al clérigo llegando ante las puertas. Bajo de tras las almenas, y con una seña ordenó que abrieran las puertas, y le dejaran pasar. Estaba admirado de la velocidad a la que la guardia episcopal portuguesa se expandía en los últimos días, y la llegada de Monsterguid, al que había conocido en Roma, era algo bueno.
-¡Bienvenido seáis a Motarde d'Ascalon!-exclamó-Hace mucho tiempo que no nos vemos, viejo amigo. Es un honor para mí tenerte por estos lares. Ya hablaremos camino a la fortaleza...
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El Prefeito Adjunto sorriu a divisar ao clérigo chegado antes as portas. Baixo de depois as ameias e com um sinal, ordenou que abrissem as portas, e deixassem-lhe passar. Era admirado da velocidade a guarda episcopal portuguesa expandia-se a que nos dias últimos, e a chegada de Monsterguid era alguma coisa bom tinha conhecido e ele a que em Roma.
-Bem-vindo sois a Motarde d'Ascalon! -exclamó- Há muito tempo que não nos vemos, velho amigo. É uma honra ter-te lares por estes para mim. Jà falaremos caminho à fortaleza…