El Borja se alegró al ver a Xurri ante las puertas de San Jorge. Tomó el pergamino que la recién llegada le había dado al Guardia, y leyéndolo, le dijo:
-Bienvenida seáis a Motarde d'Ascalon, hermana Xurri.-y volteándose, ordenó a un guardia tras una almena-¡Abrid las puertas y dejadle pasar!